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                 Ir al teatro a vibrar, acercarnos a esos textos mediante la palabra del cuerpo, la voz de la música, el alma de la interpretación. Sentir que desde el escenario se nos transforma la mirada, y que dentro de nuestros clásicos, habitan las pulsaciones que nos hacen hoy latir golpe a golpe, segundo a segundo.


                 Pero renovando el concepto.

 
        Esta declaración de intenciones es una huida de lo convencional, de lo costumbrista, y me acerco de nuevo a la cultura musulmana, entendiendo que no lo hago como repetición, sino con el ánimo de perderme en el horizonte de un legado cultural de más de ocho siglos, amplio, rico, vivo, poliédrico, heterogéneo, caleidoscópico,  para encontrarme transitando nuevos caminos.


BORJA RODRÍGUEZ
DIRECTOR

           Wallada es MÚSICA, es TEATRO y es DANZA para sentir un texto CLÁSICO con estructura dramática perfectamente reconocible, a través de unos ojos diferentes a los habituales,, sirviéndonos de todos los recursos posibles de la escena para hacer que el discurso llegue lo más hondo.
             

        Unos textos que van hacia la emoción, y lo hacen con un amplio espectro: desde el asombro y virtud del primer amor, hasta la rabia del engaño, para acabar en la serena calma que el tiempo nos echa a la frente. 
 

               

 

         Wallada es un poema que se sirve del cuerpo para ponerse en pie, y que utiliza la música para llegar a los rincones donde la palabra no habita.

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